30.6.12

A veces hasta el mas PAYASO merece un poco de amor.


¿Qué se esconde detrás de la sonrisa de un payaso?


Detrás de su sonrisa hay un mundo, una vida, tristezas, logros y equivocaciones. Pero ama hacer feliz a los demás, aún cuando no se sienta feliz.
Este payaso no usa disfraz, ni siquiera se pinta la sonrisa porque no le hace falta, es innata en él, es chistoso, es divertido, no actúa, es y se muestra así, simplemente payaso ante los otros.
Aprendió desde pequeño que reír era saludable, que hacía bien y que con sus ocurrencias las personas disfrutaban de su compañía. Pero
pocos conocen al payaso íntimamente, ni él mismo se conoce y, entre risa y risa, está latente su búsqueda de ser y de vivir lo mejor posible esta única vida terrenal. Tiene en claro que no puede dejar hacer reír y si alguna vez su capacidad de alegrar a los demás termina, terminaría su única forma que tiene de agradecer todo el cariño que recibe. Sí, encontró en la risa la forma de agradecer el cariño recibido al notar que la gente que se reían con él se sentían bien, aunque sea por unos segundos y su capacidad de amor es tan grande que le importa, y mucho, su prójimo, aún cuando él no se ame a sí mismo. ¿Qué contradictorio verdad?
Pero,
detrás de esa sonrisa, siempre está la lágrima, la queja, la disconformidad con uno mismo, no con ser payaso, sino con ser hombre. Y ahí se le produce una gran disyuntiva, desea hacer feliz a los demás pero también quiere compartir que no es feliz y eso no divertiría a sus seguidores que por más que lo entiendan, no quiere provocar en ellos tristeza alguna. Y acumula penas en su mochila y sigue dando funciones agradeciendo con el alma los aplausos, para luego llegar a su casa, verla desacomodada, con polvillo en los muebles y con una sopa insípida que alimenta su dieta pero no su vida de hombre, que no está solo, pero que se aleja. 

No se puede ser payaso todo el tiempo; pero cómo le gustaría a este payaso que así fuera.

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